Amores cerdos: An early modern Spanish ode to the pig (and to pork)
Sometime before 1608, a Spanish poet by the name of Juan de Arjona wrote an ode to the pig (see source 1). It survives in an unlikely place: an undated early modern book of religious poems, most dedicated to saints, which bears the title Mystic songbook (Canciones místicas) on its spine (see source 2).
Our poem was a bit on the profane side for a songbook about saints: a celebration of pigs and pork.
The protagonist, perhaps the poet himself, finds himself stumbling around the Greek island town of Thetis, having realized he had lost the Muses' favor and could no longer create witty rhymes. In order to win back the Muses, who happen to be four rowdy peasant women, he invites them to help him slaughter a pig he has been fattening at home for Saint Martin's Day, on November 11. Overjoyed by the prospect of eating pork (yet again), the Muses Berta, Toña, Pedrala, and Mafelina launch into a long and tone-deaf celebration of the delicious, mud-dwelling, refuse-eating ungulate. In a voice that sounded like "a neighing foal" Berta began her song:
O noble beast of virtues rich
[she says] that to honor you as you deserve
your fame is great and my power but a pinch
O bestia noble y de virtudes rrica
[dice] que para honrarte como es justo
tu fama es grande y mi potençia chica
She went on to defend the pig from its "crazy and barbarous" critics. True, the pig was indeed a lazy creature. Donkeys, dogs, oxen, sheep, horses, cats, roosters - they all did good work while alive. But when donkeys died they left behind nothing but beetles (?), horses poisonous snakes (??), and oxen bees (???). An interesting view on spontaneous generation.
The pig, however, was another story, for if the others generated a plague of vermin upon death, from this animal's body would spring "a bishop, reverend and wide." A pig was like a miserly man with a fortune - quite worthless when alive, but generous when dead.

Arjona dedicated much of the poem to the Ancient Greek myth of the Calydonian boar, using it to explain the animal's fall from grace. This segment trades the humor of the rest of the poem for humanism - a bad bet. Image: the Calydonian boar hunted by the gods, by a follower of Antonio Schiavone (late 1500s?). Follower of Andrea Schiavone. 16th century. Hunt of the Calydonian Boar. Place: Museum of Fine Arts, Boston.
And give the pig did. It was not just that its hooves, its tripe, sausage, or bacon were delicious. Boar urine unplugged ears; pig fat washed in vinegar or fresh water cured burn wounds; its lard was good for swollen faces, its feces curing ‘cámaras’ or hemorrhages (no thanks). Its jaw grease cured dry skin rashes and neutralized poisons, and, just as important, this all-curing lubricant could even restore one’s eyebrows.
No doubt,
And though some surgeon big-mouth
Might say this animal is not couth,
I say he is healthier than the butcher.
Y aunque algun çirujano palabrero
Quiere deçir que este animal no es sano,
Yo digo que es mas sano que el carnero.
Delicious and healthy - casting pearls to swine, the Muses noted, was perfectly reasonable. Mafelina and Toña added, after a long digression about the glories of the mythological Ancient Greek Calydonian Boar, that,
I know well how much [the pig] deserves,
And I treasure more a ham and an onion
Than all the silver Potosí the King serves.
Yo que conozco bien quanto merece
Preçio mas un jamon y una cebolla
Que quanta plata al Rei Potosí ofrece
The five daydreamed of a palace of pork - decked with ham and sausage, and better than any king's court:
Black pudding, haunch, and pork marmalade,
High walls and haunches drape,
Much better tapestries than brocade.
La morçila, el pernil, el adobado,
Altas paredes y humeros viste,
De mejores tapiçes que el brocado.
The poet then apologizes to his soon-to-be meal, as no Muse could truly do it justice.
O gentle animal that much more achieves,
As is my prolix song's lesson,
The most bountiful animal exceeds.
I say this not to tire, but that your worth is reckoned,
So that anyone who should be enemies with you,
Is an enemy of holy Heaven.
Ò gentil animal que tanto puede
Que como pruebe mi prolijo canto
El animal mas provechoso exçedes.
Digo por no cansar, que vales tanto
Que el que tuviere enemistad contigo
Enemigo será del çielo sancto.
Perhaps whoever found this poem and compiled it into the Mystic songboook felt the same: that enjoying pork was a Christian duty. There is a sinister undercurrent here, for in the late 1590s and 1600s Granada's population of Moriscos - recent converts from Islam to Christianity - could be accused by their neighbors for refusing to eat pork. Moreover, some Protestants, including Calvin, suggested that Adam and Eve had enjoyed an all-vegetable diet (see source 3), whereas Arjona wondered if they ate anything but pork during this Golden Age. However, these religious matters were for another day. The poem closes as the sun sets upon Thetis, and as the protagonist prepares his "joyous" November 11 feast for himself and his Muses.
In early modern Spain, as in Paradise, pork was always on the table.
Sources:
1. Francisco Bermúdez de Pedraza, Antigvedad y excelencias de Granada. Madrid: Luis Sánchez, 1608.
2. BNM 861, Canciones místicas. 551-568.
3. Erica Fudge, "Dominion, Purity, and Meat," 70-76, in Renaissance Beasts: Of Animals, Humans, and Other Wonderful Creatures. Chicago: Chicago University Peess, 73-74.
This poem appeared first in print with a small study in Francisco Rodríguez Marín's "Dos poemitas de Juan de Arjona," 349-380, in Boletín de la Academia Española año XXIII, tomo XXIII, 1936.
I have also prepared my own provisional transcription, probably with some errors, below:
Mui bien diçe el refrán que atras se halla
quien no mira adelante, pues al cavo
queda corrido y de vergüenza calla
Y asi confuso mi paçiençia acavo
porque enojé las musas que dejaron
por mi causa del mundo el postrer cavo.
A çelebrar la Mosca me ayudaron
[551r-v]
y pude con su ayuda volar tanto
que atras lijeras aves se quedaron
y el premio injusto a su sabroso canto
y aquellas alabanças verdaderas
fue pena, confusión, verguença y llanto.
Llamelas de vergantes jabigueras
basto, y ronco el accento de su pecho
Y sus dulçes palabras lisonjeras
Y vine a arrepentirme de lo hecho,
quando neçesitado de su ayuda
de su amistad conozi el provecho
Sin su favor hallé mi lengua muda
sin aliento pegada a la garganta
encojida, covarde, torpe, y ruda
Pero por dar buen fin a impresa tanta
a visitar mis enojadas musas
un nuevo atrevimiento me levanta
sin buscar inutiles escusas
ni de disculpas una larga suma
como quien sabe bien sus garatuças
Musas dije patronas de mi pluma
Que en calheras mayores que una alverca
Herbis el brodio y le quitais la espuma
Ya el riguroso invierno está mui cerca
y para con gran cebón que en casa tengo
San Lucas pasa, y San Martín se açerca
Y si en arle la muerte me detengo
Y porque juzgo aventurosa suerte
que en ella esteis, y por vosotras vengo
Venid las quatro a çelebrar su muerte
pues con vosotras solas se autoriça
si sabe bien a quesa autoridad se advierte
Las morçillas hareis y longaniça
la sabrosa salchicha y la çeçina
que los ricos vanquetes soleniça
Con tal nueba alegrose su coçina
sin reparar en otros embaraços,
Berta, Toña, Pedrala, y Mafelina
Una arremanga los rolliços braços
una un mandil se çiñe, y otra quiere
darme por tales nuebas mill abraços
Otra por verse ensangrentada muere
Y arremangando el braço y la muñeca
Pareçe ya que en el marrano hiere
[552r-v]
Todas el chicharrón de la manteca
Escojen por riquíssimo antipodio,
Manjar presciado a su garganta seca
Ya no se acuerdan del enojo y odio
Esperando en la muerte de mi puerco
De verias y toçino un rico brodio
Viendo tan buena voluntad me açerco
y cobrando mayor atrevimiento
La voz suelto de nuevo y asi alterco
Ô venerable y noble ayuntamiento
Que por no desmentir mis confianças
Dais buen effecto a mi dichoso intento
Yo cumpliré esas buenas esperanças
Mas antes, que al marrano muerte damos
Ayudame a cantar sus alabanças
Su provecho y virtudes çelebremos
Quede su nombre en todo mundo eterno
Es justo que en su muerte asi le honrremos
Pedrala al punto, un retorcido cuerno,
Pone a la voca y los carrillos hincha
Saludando con el nuebo invierno
Berta el mandil de nuevo se reçincha
[553v-554r]
Y al ronco son asi la voz aplica
Que pareçe potranca que relincha
O bestia noble y de virtudes rrica
[dice] que para honrarte como es justo
tu fama es grande y mi potençia chica
Quien en tus carnes hallará disgusto,
Pues que llamado por tus carnes eres
Diformados del estragado gusto
Las bodas, los vanquetes, los plaçeres
Si no los solemniças tu que valen?
Dellos reniego yo si alla no fueres
Tan varias golosinas de ti salen
que el gusto apenas conocellas sabe
Ni ai otras que en el mundo asi regalen
Aquel savor que en sus ojaldres cave,
El pie ahumado, y tu quasar relleno
Quien en el mundo abrá que no lo alabe
El pescuzo en los sabados tan bueno
Quien ai que no reçiba a grande dicha
Ver en la mesa del a plato lleno
Y así juzgo por grande la desdicha
De aquella loca y barbara canalla
[554r-554v]
enemiga del puerco y su salchicha
Ô çiega, torpe, y misera jentalla
En que fundais el pensamiento loco
Que al sancto çielo le moveis batalla?
Quando el temor de Dios fuesse tan poco
Por no perder bocado tan sabroso
Deverais adorar al que yo invoco
Y asi en la vida el cielo poderoso
Haçeros enemigos del toçino
Da por pena y castigo riguroso.
Y el fin de aquese mísero camino
Seran las llamas del eterno fuego
Premio de vuestro loco desatino.
Mas porque aqueste error barbaro y çiego
De mi primer intento me ha sacado
Buelvo a mi puerco, y de su ley reniego
Digo pues ques el puerco aventajado
En solo un privilegio que en el hallo
A quanto en el suelo Dios criado
El asno de los hombres fiel vasallo
Despues de muerto escarabajos cria
Y avispas venenosas el cavallo,
[555v-556r]
El hombre puesto ya en la tierra fria
Culebras saben del y su mortaja
Y del buei muerto avejas cada dia
Mas del puerco que a todos se aventaja
Sale un obispo reverendo y ancho
Que es de las ollas la mejor alhaja
Este animal con quien el vientre ensancho
A mas de un rei legitimo de España
A dado el noble nombre de don Sancho.
Y ai mas de un neçio agora que se estraña
Porque de puerco le ha llamado alguno,
El muncho honor a aqueste tal le daña
El nombre que honra aun Reino es importuno
Nadie imajjine tal, porque sin duda,
Cochino, puerco, o sancho todo es uno
Ningun ladrón abrá que al puerco acuda:
Y de los tundidores la tijera
Una hava no vale sin su ayuda
La dulce yerva y la vellota que era
Manjar de Adan es suyo y neçessario
Gosando el bien de aquella edad primera
Y asi el refrán antiguo y ordinario
[556r-v]
de echar al puerco margaritas bulas
no lo sabe entender el vulgo vario
Que si son ricas y preçiosas ellas
Pues el puerco es tan rico y tan sabroso
Mejor que nadie puede mereçellas
Esto nos dio a entender el poderoso
Maçedon invencible quando Homero
Entre perlas le dio lugar honroso
Y aunque algun çirujano palabrero
Quiere deçir que este animal no es sano,
Yo digo que es mas sano que el carnero.
Que a los enfermos en el suelo Indiano
En vez del tierno pollo y la gallina
Dan a comer la carne del marrano
Y del çerdoso Javali la orina
Para la retençion de algún oído
Es aprobada y Buena mediçina
Tambien el puerco gordo derretido
Lavado en vinagre o agua clara
Sana la carne que quemada ha sido
Contra la pestilençia al hombre ampara
Y la manteca suya es aprobada
[556v-557r]
para las hinchaçones de la cara
El unto que se halla en su quijada
Demas de estas de mill virtudes lleno
Es para empeines cosa celebrada
Es remedio efficaz contra el veneno,
Su orina para el mal de las orejas,
Si estiercol para camaras es bueno.
El unto es util para pupas viejas
Y sanando otras mill enfermedades
Rrestituye los pelos a las çejas
Teniendo pues tan buenas propiedades
Bien fuera es de raçon e injusta cosa
Deçir que enfermas son sus calidades.
Que en aquella primera edad dichosa
Del puerco se comió por gran regalo
Y fue comida sana y provechosa.
Quien en aquella edad estuvo malo
Y quien para sanár de su dolencia
Rara ves procuró ô agua de palo?
Entonçes no dio a nadie pestilençia
Ni avia comezon ni roja rocha,
Tiña, ni tavardete ni esquilencia
[557r-v]
Ni el mal françés que agora tantos troncha,
Entonces la preçiosa y rica perla
Segura estaba en la indiana concha
La paba quien curaba de comerla?
Solo fuè por sus plumas de cudiçâ,
Nadie para otra cosa osò tenerla
Y mientras viviò el mundo sin malicia
No uvo para el pescado algun conzuelo,
Darle la muerte aun buei era injusticia.
Nadie a las aves estorvava el buelo
Y el carnero y estotros animals
Libres gozaban del alegre suelo
Solo el puerco en las fiestas principales
Augmentaba muriendo el alegría
Mas que el son de las flautas y atabales
Por gran regalo entonces se comía
Y en la casa mas rica, el puerco muerto
Daba un alegre y ventureroso dia
Fuera entonces dar voces en desierto
Deçir que la del puerco es carne enferma,
Que afirmar lo contrario es lo mas çierto
Comalo el mundo y descruidado duerma
[557v-559r (sic)]
Porque se haçen del mas mediçinas
Que romances se han hecho de Belerma.
Que to sus regaladas golosinas
Apetite sabroso a la bebida
Estimo mas que pavos ni gallinas.
Solo una falta tiene, que en la vida
Es bestia sin provecho y holgazana
Y asi gasta holgando la comida
La oveja, de la leche el queso y lana
El domestico buey labra la tierra
El gallo ronco anunçia la mañana.
Trabaja el asno y de la parva ençierra
El rubio trigo y el agosto hecho
El perro caça en la fragosa sierra.
Del goloso razón es cobra el techo
El gato caçador, solo el cochino
No es en tanto que vive de provecho.
Pero llegado al fin de su destino
Quando su alegre San Martín le viene
De Puerto conviertiéndolo en tocino
Tanta abundancia en sus entrañas tiene
Que con lo que està en ellas ençerrado
[560r-560v]
Todo el año a una casa se entretiene
La morçila, el pernil, el adobado,
Altas paredes y humeros viste,
De mejores tapiçes que el brocado.
Tal o avariento miserable y triste
Entre tanto que vives, no aprovecha
El Tesoro y riqueças que escondiste.
Pero quando descarga en ti la flecha
La muerte, y de dineros los montones
Truecas por una sepoltura estrecha
A quantos enriqueçen tus doblones?
A quantos, con tu muerte das reparo?
A quantos pobres en descanso pones?
O desdichado y miserable avaro
Rico en la muerte, en la vida mendigante,
Dichoso pues al Puerco te comparo.
De quien la muerte rica y abundante
Da tal sjeto en que mi canto entienda
Que dijo muncho para que otro cante
Y porque su valor mejor se entienda
Cuenta tu hermana el agradable cuento
De aquel que puso al mundo en tal contienda.
[560v-561r]
Callo Berta, y Pedrala, a su Instrumento
Puso silencio, la esparçida trença e
De su cabello encomendado al viento.
Y Toña con mesura y gran cerguença
Tañendo Mafelina al mismo punto
Al son de un pando adufe así comiença.
Despues del bravo puerco ya diffunto
Que en Calidonia en daño suyo vido
Casi el valor de todo el mundo junto
Aviendo de mil partes acudido
Como quien va a saber algún milagro
Por ver el bravo puerco tan timido,
Rico de sus despojos Meleagro
Le dijo a la bellísima Atalanta
Este pellejo a tu ciubdad consagro
Aun no avia entonces de belleza tanta
Goçado el bello nieto de Neptuno
Con arte mas, que con lijera planta
Recibiolo atalanta y luego alguno
Tal envidia cobrò, que ya procura
Lugar para quitárselo oportuno.
Pero provò por el la muerte dura
[516r-561v]
pagando con la vida el mal deseo
con que ofendió tan alta hermosura.
Deste pellejo se adornó Pideo
Y porque fue de puerco pudo él solo
Mas que pudiera el mas preçioso arco.
Cuentase, que al oráculo de Apollo
De Argos el Rei para casar su hija
Famoso del un polo al otro polo.
Rogó muncho que un Prinçipe te elija
Y Apolo importunado ha respondido
Que en esto no e canse ni se aflija.
Mas que diesse a su hija por marido
(que el inviolable hado asi lo ordena)
un Principe que puerco uviesse sido.
Lleno de turbación de angustia y pena
Quedó sin oyendo la respuesta incierta
De confusión y de temores llena
Y al tiempo que a los pajaros despierta
La Aurora aljofarando el prado y viga
Y enseñando del sol la clara puerta,
El gran Tideo a su palaçio llega
Cubierto de los çelebres despojos
[563-564]
de aquel que tantos el vivir les niega.
Llego el Rei a los llorosos ojos
Y apenas del pellejo vio el vestido
Quando perdió el temor de sus enojos.
De Apolo vió el oráculo cumplido
Conoziendo que aquel era el esposo
Que a su hija han los hados prometido
Fue al fin por el pellejo venturoso
A la verdad el puerco entonces era
Un animal, galán, limpio, y hermoso.
Viçarro fue, y viçarro siempre fuera
Si Venus con enojo y mortal ira
Tan gran castigo a su beldad no diera
Diçen que el bello nieto de Cinira
(agora convertido en tiernas flores)
por quien la madre del amor suspira,
Mientras goçaba Venus sus amores
Tiernamente rogaba se ocupasse
Solo en caçar los çiervos voladores,
El Corzo Y el venado fatigasse
La fiebre y el medroso consuelo
Sin que el fiero Javali curase
[564-565r]
Una tarde la Diosa fuesse al çielo
Y porque siempre teme quien bien ama
Con grande miedo lo dijo en el suelo
Olvidando, el consejo de su dama
Salió el incauto moço aquella tarde
A procurar la muerte que lo llama.
Sin que la yuda de su Diosa aguarde
Entra en el monte a do la caça siente
Haciendo de sus perros grande alarde.
Salió un hermoso puerco de repente
Y mirando de Adonis ça figura
Parose a contemplarlo tiernamente.
Y admirado de tanta hermosura
Instimulado de affiçion inmensa
Quiso besar del rostro la blancura.
Pusose el bello Adonis en defensa
Y prevenido de un binablo grueso
Pasar con el al enemigo piensa.
Tiró, el venablo, mas saliose avieso
Puniendo tal furor al puerco fiero
Que casi tembló del el monte espejo
Buelto ya de amoroso en carniçero
[565-566]
brama qual toro con furiosos zelos
y da la muerte, a quien amó primero
Y aviendo ensangrentado en el sus pelos
Fuesse, y el Joven se tendió en la yerva
Con un ai que llegó hasta los çielos.
Al triste avento, qual herida çierva
Vuelve la Diosa por el aire cano
Vengándose en su mal Juno y Minerva.
Viendo teñido en sangre el verde llano
Con gran temor a la herida toca,
Y en ella ensangrentó la débil mano,
Y conociendo ser su vida poca
Juntando con el suyo el rostro bello
El ai postrero recibió en la voca.
Bebiendo al fin el último resuello
Viendo su Adonis muerto esparçe y rompe
Con mano osada el celestial cabello.
Con mil quejas los çielos interrompe
Contra su hijo, y la temprana muerte
Que de su Adonis la beldad corrompe.
Reportandose al fin del dolor fuerte
Quiere que quede la memoria viva
[566-567]
de su infelice y miserable suerte.
Y porque prendas de su amor reciba,
Flores hermosas de su sangre hace,
Donde su pena y su dolor se escriba.
Luego el fiero matador deshaçe
La estimada beldad y jentileça
Y aun este solo no le satisface.
Dejandose su antigua fortaleça
(porque entre lodos asquerosos ande)
en suçiedad convierte su limpieza.
Fue tal la pena y la verguença grande,
De salir afrentado desta guerra
Que apenas ai quien su favor ablande
En negro çieno y muladar se entierra
Y corrido de ver su cuerpo negro
Nunca los ojos alça de la tierra.
Mas aunque tal está con el me alegro
Por mui juicio que a alguno parece
Nunca falte a la nuera de mi suegro.
Yo que conozco bien quanto merece
Preçio mas un jamon y una cebolla
Que quanta plata al Rei Potosí ofrece
[567r-568]
La vez que sin tocino ponen olla
Dar quisiera con ella a las paredes,
Aunque tenga el faisán, el pavo, o polla
Ò gentil animal que tanto puede
Que como pruebe en mi prolijo canto
El animal mas provechoso exçedes.
Digo por no cansar, que vales tanto
Que el que tuviere enemistad contigo
Enemigo será del çielo sancto.
Perdona mi rudeça o puerco amigo
Pues siendo las virtudes que en ti caven
Tantas, tan pocas son las que yo digo
Çelebrense otras lenguas que mas saben,
Que ya que en alabarte no me alargo
Otras musas abrá que mas te alaben.
Con aquesto dio fin al canto largo
De mis musas la noble compañía
Dejando a mi puesto en muncho cargo
Y porque el sol en Tetis se escondía
Dando ya fin a su ordinario çerco,
Para el alegre y venidero día